miércoles, 20 de octubre de 2010


La personas se reflejan en mí.
Para muchos es monstruoso y para otros morboso.
Posan su mirada en mí.
Y de pronto se ven.
Viene un niño y ríe.
Viene un adulto y llora.
Viene una mujer y me escupe en la cara.

Tengo gran éxito.
Dicen que soy una de las grandes atracciones del circo .

Pero yo no hago nada.
Sólo me siento en mi banco de madera.
Y espero al público.
Sin ellos no habría reflejo.
No habría atracción.
No habría circo.